Cuanto antes, mejor. Posponer la edad para ser madre, ya sea de forma natural o por medio de la reproducción asistida puede complicar el proceso. Es más, según constatan los expertos, puede generar un fuerte impacto emocional, estrés, ansiedad e incluso depresión.
Así lo han corroborado especialistas participantes en el simposio “Tener hijos en pandemia: un enfoque desde diferentes puntos de vista”, organizado por la Cátedra Eugin-Universidad Pompeu Fabra.
Caída de nacimientos
Los expertos apuntan a que la caída de nacimientos más acusada se produjo entre noviembre de 2020 y marzo de 2021. De hecho “nunca se ha producido una caída repentina”, constatan. Y es que en torno al 53% de las mujeres declara haber cambiado sus planes de maternidad en plena pandemia, tanto por el miedo a los efectos secundarios del virus, como en la falta de acceso a servicios médicos.
No obstante, a partir de ese mes de marzo de 2021, hay un repunte de nacimientos lo que se traduce en una cierta recuperación de la natalidad.
Reproducción asistida ante una maternidad tardía
Debido al retraso continuado de la edad para ser madre, los expertos vaticinan un incremento en el número de parejas y mujeres que recurren a la reproducción asistida.
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