El tribunal constitucional ha considerado que la ley de gestación subrogada aprobada recientemente en el país luso, impone “una restricción innecesaria a los derechos de identidad personal y al desarrollo de las personas nacidas a través de procesos de reproducción asistida”. Por lo que anula la restricción existente que imponía el anonimato de los donantes de óvulos y espermatozoides.
A partir de esta decisión judicial, todas las personas que quieran donar gametos (óvulos o espermatozoides) deberán hacerlo sabiendo que su identidad podrá ser revelada a los bebés que nazcan de su material genético.
El fallo judicial ha sembrado muchas dudas en el organismo que regula la reproducción asistida en Portugal, el Consejo Nacional de Procreación Médicamente Asistida (CNPMA). Dicho organismo manifiesta su “profunda preocupación” ya que según se extrae del fallo del tribunal constitucional el derecho de identificación que este organismo defiende no solo es aplicable a los gametos utilizados en la gestación subrogada, sino que también incluiría los gametos donados en reproducción asistida.
Por otro lado, el CNPMA afirma que la decisión judicial adoptada no aclara bien si la norma puede ser aplicada de forma retroactiva o no. En relación al derecho de las personas ya nacidas con gametos de personas anónimas o de los tratamientos que ya están en curso y se han realizado a partir de óvulos o espermatozoides donados. Incluso qué hacer con los gametos congelados de donantes anónimos.
Ante las dudas que abre la sentencia del tribunal constitucional el CNPMA ha decidido suspender los procesos en los que se utilizan gametos donados de forma anónima. Además ha recomendado a los centro de reproducción asistida que se pongan en contacto con los donantes anónimos que en su día fueron a la clínica para intentar obtener su permiso para hacer uso de su material genético conservado en el centro. Advirtiéndoles que su anonimato ya no está garantizado.
Esta nueva realidad supone un obstáculo importante para las clínicas de reproducción asistida que pueden ver cómo todo el material genético donado que poseen se verá seriamente comprometido ya que procede de donantes anónimos que no podrán utilizar, por lo que deberá ser destruido.
Ana Teresa Almeida Santos, Presidenta de la Sociedad Portuguesa de Medicina Reproductiva, afirma que “si no podemos utilizar los embriones y gametos que ya tenemos, no podemos responder a la demanda de estas parejas, que tendrán que esperar hasta que se obtengan nuevas gametos de donantes que estén dispuestos a aceptar este nuevo régimen sin derecho”.