La Inteligenacia Artifical ha comenzado a trabajar en los laboratorios de fertilidad. Su principal aporte es permitir decisiones de grandes volúmenes de datos microscópicos, lo que multiplica la precisión de cada paso del tratamiento. Esto reduce la necesidad de repetir ciclos costosos y agotadores.
Además de evaluar embriones, la IA interviene en el cultivo de embriones, optimizando el momento oportuno para realizar la congelación o análisis genéticos que ayuden a prevenir enfermedades hereditarias. También minimiza el margen de error humano.
Saber qué embrión implantar ahorra tiempo, recursos y desgaste emocional. Con menos ensayos fallidos, las familias pueden planificar mejor sus próximos pasos.
El concepto Fertilidad con la IA no se limita a máquinas inteligentes. Se trata de un enfoque que une innovación científica, prevención y personalización para acompañar de forma cercana el proyecto de cada paciente.
Ciencia y autocuidado trabajan de la mano para que cada vez más personas puedan tener un hijo, con el respaldo de tecnologías que, poco a poco, optimizan cada paso de este delicado y esperanzador proceso.
