Es importante no obsesionarse después de una transferencia embrionaria, puedes llevar una vida relativamente normal con unas recomendaciones básicas que puedes tener en cuenta:
Intenta mantenerte lo más tranquila posible, alejando los nervios para evitar en la medida de lo posible la ansiedad, llevar tu rutina diaria puede ayudarte a crear un ambiente más favorable a nivel mental y emocional.
Evita realizar esfuerzos o actividades físicas intensas, es mejor realizar yoga o meditación que ejercicios que conlleven una alta exigencia o que impliquen levantamiento de peso, es importante que evites esfuerzos que supongan un esfuerzo abdominal.
Caminar o pasear no están contraindicados, a no ser que exista un criterio médico que lo contraindique.
Mantén una dieta equilibrada fundamental para un correcto aporte de calorías, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, etc. Debe aportarte todos los nutrientes que necesitamos para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo.
Bebe abundante líquido y restringir la ingesta de sal.
Hay que evitar los baños de inmersión para esquivar las posibles infecciones.
Evita el consumo de tabaco y alcohol, ya que es perjudicial.
En el caso de que necesites alguna medicación consulta antes con tu médico para saber si puedes tomarla, es importante solo tomar la medicación prescrita por el especialista.
El mantener o no relaciones sexuales depende del especialista que te trate, la mayoría de las veces no se suprimen salvo que exista un motivo que lo contraindique.
Después de una transferencia embrionaria la mujer puede experimentar algunas molestias entre las que se pueden encontrar:
- Molestias abdominales o lumbares.
- Sangrados leves o manchados.
- Sensación de fatiga o pesadez.
- Flujo vaginal más abundante de los normal.
- Mayor frecuencia al orinar.
- Cambios en los senos producidos por los cambios hormonales.
- Nauseas o mareos etc.