La tosferina es una enfermedad grave que puede causarle la muerte la bebé, los bebés no están vacunados por esta enfermedad hasta los dos meses de vida, por lo que antes de la vacunación hay un alto riesgo del contagio del bebé.
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Por eso es muy importante que las mujeres embarazadas se vacunen, de esta manera se protege a la mujer embarazada y al bebé. La vacuna administrada en el último trimestre de embarazo (de la semana 28 a la 37) hace que aumenten las defensa de la mujer embarazada.
La vacuna se pone en este trimestre porque está comprobado que es cuando se produce un mayor paso de defensas a través de la placenta al bebé.
Si la mujer embarazada no se vacuna puede hacerlo después de que nazca el bebé, en dos semanas desarrollará la máxima protección y tendrá menos probabilidades de pasarle la enfermedad al bebé.
Vacunarse durante el embarazo de la tosferina no aumenta el riesgo de complicaciones durante la gestación.
Ponerse la vacuna mientras la mujer está amamantando es seguro tanto para mamá, como para el bebé. Las mujeres pueden y deberían ponerse la vacuna si planean amamantar o si lo están haciendo en la actualidad.
Una vez que el bebé nazca, es muy importante seguir teniendo presente los riesgos de esta enfermedad, que es “grave y mortal”. La administración de la vacuna de la tos ferina en niños es muy importante, y debe realizarse a tiempo: el mismo día en el que el niño cumpla 2, 4 y 6 meses de edad.
