El ciclo menstrual normal suele tener una periodicidad entre los 21 y los 35 días. En cuanto al periodo de sangrado, suele durar entre tres y siete días. Sin embargo existen distintas alteraciones, más o menos importantes, cuya clasificación se estipula en función de la periodicidad o cantidad de sangrado.
A continuación hacemos un repaso de las alteraciones más frecuentes del ciclo menstrual:
- Amenorrea: es la ausencia de menstruación en la mujer. Puede ser primaria, si la primera regla no aparece entre los 14 a 16 años. O secundaria, la más frecuente, que ocurre en mujeres que solían tener un periodo más o menos regular y posteriormente desaparece durante meses.
La amenorrea también puede ser un signo de menopausia en mujeres entre los 40 y 50 años, para lo cuál un especialista debería confirmar si es debido a esta u otras circunstancias.
- Oligomenorrea: cuándo los periodos menstruales son poco frecuentes. Suele estar asociado con ovarios poliquísticos.
- Polimenorrea: cuándo los ciclos son de menos de 21 días y el flujo menstrual es frecuente. En ocasiones, aunque no siempre, esta alteración puede ser una causa de infertilidad, debido a que el endometrio no es apropiado para la anidación del embrión.
- Hipomenorrea: se caracteriza por un sangrado muy escaso, de menos de dos días. Siendo la duración del ciclo normal.
Esta alteración suele asociarse a problemas de tipo endocrino, aunque también se produce en mujeres cercanas a la menopausia.
- Hipermenorrea: al contrario que la anterior, esta alteración presenta un sangrado menstrual que dura más de ocho días y es muy abundante.
Suele estar asociado a miomas, pólipos, incluso a problemas de hipertensión.
- Dismenorrea: se refiere al dolor intenso e invalidante durante al menstruación. Cómo consecuencia de la menstruación se pueden tener molestias y cierto dolor los días de ovulación o justo antes que empiece el sangrado. Sin embargo, los dolores continuos e invalidantes no son normales y puede estar asociado a otras causas como por ejemplo endometriosis o enfermedad pélvica inflamatoria, entre otras.
Es recomendable que si se presentan algunas de estas alteraciones, se consulte con especialistas para realizar un estudio que determina si es necesario algún tratamiento. Además es importante para cuidar la salud reproductiva, de forma que se eleven las posibilidades de lograr un embarazo si es lo que se desea.